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El 85% del aumento total previsto de la población mundial en edad de trabajar para 2050 corresponderá a África, donde casi se duplicará este segmento de la población, pasando de 849 millones en 2024 a 1.560 millones en ese año. Los recién llegados al mercado laboral estarán mejor formados que las generaciones anteriores, ya que el número total de jóvenes africanos que termina la educación secundaria o terciaria se duplicará con creces, pasando de 103 millones a 240 millones, entre 2020 y 2040. Buscarán trabajo en economías dinámicas, puesto que se prevé que el crecimiento del PIB de África aumente del 3,2% en 2023 al 3,5% en 2024 y alcance una tasa media del 4,0% en 2025, superando a América Latina y el Caribe (2,5%), y muy cerca de Asia en desarrollo (4,8%). El crecimiento del PIB medio a nivel mundial se situará en el 3,2%.
Estos son algunos de los datos que se hicieron públicos esta mañana, en Casa África, durante la presentación del informe del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la Comisión de la Unión Africana titulado Dinámicas de Desarrollo de África 2024: Cualificaciones, empleo y productividad. Participaron en el acto el director adjunto del Centro de Desarrollo de la OCDE, Federico Bonaglia, y el director general de Casa África, José Segura Clavell. Dinámicas de desarrollo de África utiliza las lecciones aprendidas en las cinco regiones del continente -África Central, Oriental, Septentrional, Meridional y Occidental- para elaborar recomendaciones políticas y compartir buenas prácticas. Basándose en las estadísticas más recientes, este análisis de la dinámica del desarrollo intenta ayudar a los líderes africanos a alcanzar los objetivos de la Agenda 2063 de la Unión Africana. El informe es el resultado de una asociación entre la Comisión de la Unión Africana y el Centro de Desarrollo de la OCDE.
Según el informe, muchas economías africanas se enfrentan a un doble reto: los trabajadores carecen de las cualificaciones específicas que exigen los empleos existentes, mientras que no hay suficientes empleos de calidad disponibles para incentivar a los trabajadores a seguir formándose. Más del 80% de los jóvenes africanos escolarizados aspiran a trabajar en profesiones altamente cualificadas, pero sólo el 8% encuentra ese tipo de empleo. La escasez de cualificaciones -sobre todo en sectores como la agroalimentación, las energías renovables y la minería- frena la inversión privada. Al final, un ciclo de oferta insuficiente de trabajadores cualificados y escasa demanda de las cualificaciones creadas por los nuevos empleos mantiene las economías en gran medida informales. Se calcula que el 82% de todos los trabajadores de África están empleados en actividades informales -en su mayoría mal pagadas, de baja calidad y escasa protección-, frente al 56% de América Latina y el Caribe y el 73% de Asia en desarrollo.
Este informe constata que la calidad y la cantidad de la educación en África siguen siendo bajas en comparación con otras regiones del mundo. En 2021, los gobiernos africanos asignaron por término medio el 3,7% de su PIB a la educación, o el 14,5% de su gasto público total. Estas cifras están ligeramente por debajo de los puntos de referencia internacionales de al menos el 4% del PIB y el 15% del gasto público total. Dieciséis de los 42 países africanos con datos disponibles para 2020-23 no cumplían estos puntos de referencia internacionales. El desarrollo de competencias, y el acceso a mejores empleos, aumentará la productividad de millones de trabajadores. El informe indica que cada año adicional de educación puede incrementar los ingresos de los estudiantes africanos hasta en un 11,4%, el mayor rendimiento de la educación que en cualquier otra región.
Dinámicas de Desarrollo de África 2024 identifica varias recomendaciones políticas para ayudar a cerrar las brechas educativas y de competencias de África:
El informe también examina los ámbitos estratégicos en los que las cinco regiones de África tienen mayor potencial para aumentar la productividad gracias a una mano de obra mejor cualificada: la minería en África Central y Meridional, el sector digital en África Oriental, las energías renovables en África Septentrional y el sector agroalimentario en África Occidental.