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Costa de Marfil

Las perspectivas económicas de Costa de Marfil eran muy favorables antes de la pandemia, con un crecimiento anual promedio del 7.1% durante el periodo 2015-2018 y del 6.9% en 2019. El país probablemente se veráafectado por las consecuencias de la pandemia mundial, pero no debería caer en recesión en el 2020. Encomparación con los pronósticos iniciales, se prevé una pérdida de crecimiento de entre el 4.2% y el 5.7% en 2020, debido a la desaceleración esperada en la agricultura, el transporte, el turismo, la manufactura, la construcción y el comercio.

Se espera que el crecimiento del PIB disminuya al 3% en el mejor de los casos, y al 1.5% si la pandemia se alarga. La crisis sanitaria probablemente tendrá un impacto particular en las finanzas públicas, con un aumento en el gasto en salud, protección social y ayuda directa a las empresas, y una caída de los ingresos presupuestarios debido a una disminución en las importaciones y una desaceleración de la actividad en el sector privado. El déficit en cuenta corriente debe permanecer estable, y no se debería causar ninguna presión inflacionaria derivada de esta situación.

El crecimiento económico podría recuperarse en 2021 entre el 5.0% y el 6.6%, el cual sería impulsado por la agricultura, la construcción y las telecomunicaciones por el lado de la oferta, y por el consumo final y las inversiones por el lado de la demanda. En Costa de Marfil, el sector agrícola es fundamental para el desarrollo económico y la producción de productos como el cacao y los anacardos constituyen un gran peso en sus exportaciones. Debido a ello, el país se ve fuertemente afectado por adversidades como la climatología y los precios internacionales.

En este sentido, para los años 2019-2020 se estimaba un panorama favorable para el país debido al aumento de los precios de mercado para la cosecha de cacao y el clima favorable. Costa de marfil posee una economía orientada al exterior y abierta a la inversión. Con datos de 2015, las exportaciones alcanzaron un 27,4% y Países Bajos ha adelantado a los otros principales socios comerciales de Costa de Marfil, quedándose así Francia y Alemania en el segundo y tercer puesto, y por último Estados Unidos. Ghana y Nigeria son los países africanos con los que mayor relación comercial mantiene, pero a partir de 2016 China y Francia han reemplazado a Nigeria como principal proveedor. Según el FMI, la inversión extranjera directa (IED) ha ido aumentando consecutivamente, hasta situarse en torno al 2% entre 2018-2020.

En los últimos tres años se han realizado reformas en la administración tributaria por parte del gobierno, pero la política fiscal todavía se considera débil debido a las exenciones y a los altos impuestos a las exportaciones. No obstante, se han observado mejoras en cuanto a la estabilidad política en los últimos años, sobre todo en relación con la inversión; en este sentido se han dedicado esfuerzos al diálogo entre empresas público-privadas, se ha promovido la inversión y se han mejorado los procesos burocráticos de creación de empresas. Se espera que con las elecciones de 2020 se favorezca el clima político y comercial, así como el impulso económico.

Para el período actual, los desafíos en el contexto político serán:

  1. la reconciliación
  2. la proporción de respuestas adecuadas ante las demandas sociales
  3. dedicar esfuerzos en el área de justicia
  4. resolver los conflictos en cuanto a nacionalidad y propiedad de la tierra y finalmente
  5. reforzar la seguridad en el país.

Por otro lado, el gobierno también busca mejorar la recaudación y generar un crecimiento sostenible e inclusivo, que se traduzca en mejoras de bienestar social.

Fuentes: ICEX y African Economic Outlook

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