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Ruanda
Ruanda es un defensor clave de la integración regional y pertenece a diversos órganos regionales, incluyendo la Comunidad del África Oriental (CAO).
En 2019 la estimación del crecimiento del PIB se situó en el 8.7%, un crecimiento conducido principalmente por los servicios y la industria, en particular la construcción, sumado a la inversión pública en servicios básicos e infraestructuras. Ante la llegada del COVID-19, la proyección del crecimiento del PIB para 2020 y 2021 se proyecta en una desaceleración del 4.2% y 2.9% respectivamente, tras el 8.0% que se había proyectado anteriormente y que estaba respaldado por continuas inversiones a gran escala como el aeropuerto de Bugesera y la infraestructura eléctrica. El sector del turismo y los servicios relacionados han sido los sectores más afectados, aunque todos han sufrido consecuencias. Se espera que el déficit presupuestario empeore hasta el 7.4% para 2020 propiciado por el impulso del gasto en salud y de una baja recaudación de impuestos. Se prevé que el déficit por cuenta corriente se deteriore de forma significativa hasta alcanzar el 16.8% en 2020, en comparación con la proyección inicial del 9.1% debido a una fuerte disminución de las entradas de capital extranjero y la disminución en los ingresos por exportaciones. Se prevé que la inflación aumente al 7.1% debido a la escasez de oferta de bienes importados y al relajamiento fiscal en respuesta a la pandemia.
Las previsiones anteriores a la pandemia eran positivas; el país estaba creciendo de forma rápida y junto con un entorno empresarial favorable se esperaba una estimulación del crecimiento de la inversión privada, que se sitúa en niveles bajos en comparación con el promedio de África Oriental.
En 2019 el déficit comercial se situó en un 11.3% del PIB, con el predominio de la maquinaria como principal producto importado, seguido de alimentos, productos manufacturados y combustibles. Su lista principal de proveedores está constituida por China, Emiratos Árabes, India y Uganda. En relación con las exportaciones, los principales productos son los alimentos, seguidos de materias crudas excepto combustibles. Sus principales clientes son Kenia, seguida de Suiza y la República Democrática del Congo.
Kenia y Sudáfrica representan importantes fuentes de inversión extranjera directa, y con el crecimiento del número de casos diagnosticados en ambos países es probable que las inversiones directas y en cartera se vean afectadas negativamente, con posibles consecuencias para el crecimiento, el empleo y la pobreza en Ruanda. Por otro lado, los altos costes de transporte y energía en el país debido a su posición geográfica sin salida al mar y su pobre sistema logístico, limitan su capacidad para atraer inversiones y evitan que su sector privado se expanda en industrias intensivas en trabajo.
El gobierno ruandés ha emprendido una amplia gama de medidas para detectar y contener la pandemia, con un plan nacional de preparación que será financiado por el gobierno y los donantes. Entre las medidas destacan actividades epidemiológicas, logísticas y de coordinación, líneas de crédito extendidas, desgravación fiscal y un fondo de apoyo a las empresas más afectadas.
No existe oficina comercial del ICEX en Ruanda, por lo que aquellos que estén interesados en invertir deberán dirigirse a la Oficina Económica y Comercial de la Embajada Española en Nairobi.
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Fuentes: African Economic Outlook y Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación
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