Su verdadero nombre es Ismalia Diouf (Lemrite es un apodo), estudió náutica, y es fotógrafo autodidacta. Documentarse masivamente fue uno de sus primeros pasos en el oficio, y aprendió especialmente a educar el ojo para la fotografía. Ismalia no pretende especializarse particularmente en ningún «estilo» de fotografía: pica un poco de todo lo que le parece interesante, sin prejuicio alguno.

Según este fotógrafo, no hay escuela como la pasión. Afirma, por otra parte, que jamás cuenta las horas que invierte en la fotografía, que no es – según él –un fin en sí mismo. Vive la fotografía con pasión, y la considera una búsqueda creativa, un medio de expresión que le permite su manera de pensar, su sensibilidad, y mostrar su mirada interior. Por lo demás, los motivos que le llevaron a iniciarse en este campo siguen siendo enigmáticos. Afirma Ismalia que se ha sentido atraído por el arte desde pequeño, especialmente por el diseño.