Es estudiante de doctorado en la Escuela Balsillie de Asuntos Internacionales de la Universidad Wilfrid Laurier. Su tesis doctoral versa sobre la respuesta regional al conflicto de Mali y la insurgencia islamista en el Sahel. Su interés por la investigación se vio alimentado por sus experiencias anteriores como investigador en el Institute for Security Studies (ISS) de Nairobi y Dakar y como asociado de protección en la Oficina Regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiado (ACNUR).

Estas experiencias le hicieron apreciar la naturaleza relacionada de la gobernanza política, la marginación y extremismo violento. A pesar de que Mali y Kenia son países muy diferentes, con variaciones sensibles en sus capacidades, ambos tratan de superar la insurgencia de los extremistas islamistas violentos.  Un contexto social dividido y un sentimiento de extrañeza hacia el Estado son características comunes del radicalismo islamista y el extremismo violento en Mali y Kenia. Su interés de investigación se centra en África Occidental y en cómo las organizaciones regionales intentan contrarrestar y revertir este fenómeno.