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Gambia

Después de la transición política de 2016 el crecimiento del PIB se aceleró al 6.6% en 2018, impulsado por una recuperación en la agricultura, el turismo, la construcción y el comercio. En 2019, se estimó una caída del 5.4% debido a la debilidad de la gestión fiscal y los retrasos en los desembolsos de apoyo presupuestario, y para 2020 el PIB se proyecta alrededor del 5.1% liderado por, además de lo anterior, la financiación externa para energía y carreteras sumado al impulso del comercio por la reciente apertura del puente Trans-Gambia. La inflación disminuyó debido a la estabilidad del tipo de cambio, un fuerte suministro de alimentos y la disminución de los precios de los productos básicos. El déficit de la cuenta corriente aumentó en el periodo 2015-2018 debido a la dependencia del país de las importaciones de alimentos y combustible, pero en 2019 se subsanó con las mejoras en los servicios netos, los flujos de capital privado y las remesas. La consolidación fiscal ayudó a reducir el déficit fiscal al 4.1% del PIB en 2019, no obstante, los elevados niveles de deuda pública y el limitado espacio fiscal derivado mantienen la pobreza en un nivel de estancamiento y un alto desempleo.

Gambia enfrenta grandes desafíos en energía e infraestructura. La agricultura posee potencial, pero no ha contribuido a la reducción de la pobreza, ya que la mayor parte de la población rural trabaja en la agricultura de subsistencia. No obstante, las inversiones en la modernización del puerto de Banjul son muy importantes para el comercio y las nuevas oportunidades que de el surjan, como el transporte de productos de combustible licuado importados al interior del Sahel, además de la creación de empleo.

Es una economía pequeña y altamente abierta, y dadas sus características podría beneficiarse de una mayor integración comercial regional del Área de Libre Comercio Continental de África y la adopción de una futura moneda única, pues sus principales socios comerciales son países africanos. Tiene una balanza comercial deficitaria; sus principales proveedores en 2016 fueron Costa de Marfil, Brasil y España, y sus principales clientes Guinea Bissau, Vietnam y Senegal. En relación con las exportaciones, destacan las semillas y plantas industriales, seguido de cereales y productos de pastelería. En lo que respecta a las importaciones, las más importantes en 2016 fueron los combustibles y aceites minerales, seguido de cereales, grasas y aceites animales y azúcar. El déficit comercial que sufre el país se ve respaldado con los ingresos derivados de las exportaciones de servicios, en especial del transporte y el turismo, uno de los sectores que más contribuye en la economía.

Los desafíos a los que se enfrenta el país incluyen las deficiencias en la capacidad institucional y el lento progreso de la consolidación fiscal, lo que podría dar lugar a una reducción de la confianza del sector privado y los desembolsos de la asistencia prometida para el desarrollo, socavando así la inversión y el crecimiento. La gran carga de la deuda pública y los pasivos de las empresas estatales en especial, dejan poco espacio para la expansión del crédito del sector privado. Por otro lado, existen altas tarifas para la electricidad y el coste de producirla sigue siendo vulnerable a los choques del precio del petróleo y las divisas. Finalmente, se necesitan programas de capacitación para mejorar la empleabilidad, pues son pocas las personas que reciben formación.

Fuente: African Economic Outlook (AEO)

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No existe oficina comercial del ICEX en Gambia, por lo que aquellos que estén interesados en invertir deberán dirigirse a la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Dakar.

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