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Las previsiones anteriores a la pandemia eran positivas, con un crecimiento del PIB en 2019 impulsado por el fuerte desempeño minero y la recuperación de los textiles en una economía global mejorada. Con la llegada de la pandemia, se prevé que el PIB se contraiga un 5.4% para 2020 y un punto porcentual menos para 2021. La disminución de las exportaciones a Sudáfrica y Estados Unidos tendrá un impacto adverso en el crecimiento y la estabilidad macroeconómica. Los ingresos por turismo y las remesas de Sudáfrica también disminuirán. Se prevé que el déficit fiscal se amplíe a 7.8% del PIB en 2020 en el mejor de los casos, y que los ingresos nacionales disminuyan en ausencia de los ingresos de la Unión Aduanera del África Meridional (SACU) y la reducción de los ingresos por impuestos y de importación. La disminución de las importaciones de Sudáfrica, especialmente de alimentos y otros productos básicos, contribuirá a la escasez de alimentos y a las presiones inflacionarias, pero se prevé que la inflación aumente solo hasta el 5.6%, moderada por la disminución de los precios del petróleo. La proyección de la cuenta corriente muestra un deterioro de entre 11.2% y 12.6% del PIB para 2020. La inflación se proyecta en un 5.3% para 2020, y el déficit fiscal empeoró en los últimos años, reflejando una fuerte disminución de los ingresos; no obstante, se proyecta una mejora para 2020, situándose en el 3.9%.
La composición del PIB está dominada por los servicios, que representan alrededor del 60%, seguido de la industria y en menor medida la agricultura. Aún así, la mayoría de la población depende de la agricultura de subsistencia, por lo que la productividad en el país es baja. Cabe destacar el proyecto de aguas de Lesoto que comenzó su construcción en 2020, con el objetivo de traer regalías de Sudáfrica, mejorar los recursos hídricos e impulsar el crecimiento del sector privado. Además, los esfuerzos de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional junto con el diálogo de gobernanza nacional son un buen augurio para la estabilidad política.
En relación con el sector exterior, Estados Unidos, Sudáfrica y Bélgica son los principales clientes del país, y los principales productos exportados son la ropa y los complementos, los metales y piedras preciosas y la maquinaria y equipos eléctricos. Debido a la competencia de los productores asiáticos, las exportaciones de textiles se han visto afectadas, lo que puede suponer una amenaza para la estabilidad macroeconómica y la necesidad de invertir en máquinas más eficientes. La mayor parte de las importaciones del país provienen de Sudáfrica; China y otros países asiáticos también son proveedores, pero en menor medida. Los principales productos importados son bebidas y alimento, petróleo y combustibles y servicios de transporte. Con la reciente mejora en el entorno empresarial del país, el área de libre comercio continental proporcionará un mercado más amplio, creará nuevos empleos industriales y aumentará el PIB. Por otro lado, el pintoresco paisaje del país y las laderas nevadas de las montañas son ideales para fomentar el turismo.
La baja productividad en la agricultura, junto con las dificultades fiscales y de liquidez, continuaron socavando los esfuerzos para reducir la pobreza, el desempleo y la desigualdad. Lesoto carece de habilidad y capacidad, particularmente en la tecnología digital y las estadísticas; tanto es así que la Unión Europea ha decidido suspender su apoyo presupuestario debido a la opacidad.
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Fuente: ICEX y Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación