Nuestra misión es acercar África y España
A través de actividades divulgativas, educativas, económicas y culturales, fomentamos el conocimiento mutuo y fortalecemos las relaciones hispanoafricanas.
El fotógrafo ghanés James Barnor, que este año cumplirá 91, lleva practicando el oficio de la fotografía desde hace más de seis décadas, cubriendo todos los géneros posibles: desde el retrato en estudio o en la calle hasta reportajes encargados por la prensa —por lo que es considerado el primer fotoperiodista de Ghana—, trabajando para la publicidad, componiendo
imágenes de moda para la revista sudafricana Drum o abriendo el primer laboratorio de fotografía en color en su país. Las fotos de James, muy lejos de las imágenes cliché de las décadas de 1950 hasta la de 1970, revelan tanto de lo que ocurre en el continente africano como en una metrópoli como Londres. En el primer caso, nos muestran el auge de una nación caminando hacia su independencia y en el otro el despertar de una ciudad multicultural.
En cada una de sus tomas —sean de interior, de exterior, posado o capturado en plena acción— resalta una vitalidad que aún se hace patente en este hombre que, casi de forma premonitoria, decidió llamar a su estudio «Ever Young» (siempre joven), abierto en 1953 y que acabará convirtiéndose en uno de los más importantes de Ghana en su época.
Esa frescura, de una juventud que parece no apagarse, resalta en estas imágenes que forman parte de una obra aún inexplorada en su totalidad y, aunque tardío, suponen un merecido reconocimiento a su autor. Sus obras han sido expuestas en distintas galerías de arte y museos alrededor del mundo, llegando incluso a Casa África.