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Casa África acoge 'Mujeres del Congo', el grito de Isabel Muñoz y Concha Casajús contra la violencia sexual en el Congo

18/02/2016

Bajo el título Mujeres del Congo, Casa África acoge desde ayer una doble exposición de las fotógrafas Isabel Muñoz y Concha Casajús con un denominador común: la lucha que las mujeres del este de la República Democrática del Congo (RDC) ante el uso de la violencia sexual como arma de guerra en la región. La figura de la periodista congoleña y Premio Príncipe de Asturias en 2014 Caddy Adzuba ha sido clave en ambos proyectos, ya que la propia activista acompañó a ambas fotógrafas en el terreno. El este de la República Democrática del Congo vive desde hace décadas una serie interminable de conflictos que, en parte, se explican por la llamada maldición de los minerales: se trata de una tierra fabulosamente rica en materiales tan preciados como los diamantes, el oro, el coltán, el petróleo o el gas, pero que paradójicamente vive sumida en la pobreza extrema, el conflicto y la violencia por el control, la extracción y la distribución de dichos minerales.

La doble muestra de Isabel Muñoz y Concha Casajús estará abierta en la sede de Casa África hasta el próximo 6 de mayo y coincidirá, este jueves, 18 de febrero, con una conferencia de ambas fotógrafas que tendrá lugar a las 19.30 horas, también en la sede de la institución.

Mujeres del Congo es una exposición de denuncia y sensibilización, una manera de darle voz al colectivo de las mujeres congoleñas, las protagonistas de estas fotografías, frente una situación que se sigue produciendo a diario con el uso de la violencia sexual. Sin embargo, también pretende ser una exposición positiva, mostrando la fuerza, el empeño y la dignidad con que estas mujeres se han unido, han denunciado abiertamente su situación y ahora trabajan juntas para acabar con esta realidad.

El proyecto de Isabel Muñoz, una de las fotógrafas más prestigiosas y laureadas de este país, se llama Mujeres del Congo. El camino de la esperanza y consta de una serie de retratos hechos a mujeres: mujeres que sufrieron la violencia sexual, mujeres valientes que han conseguido sobrevivir y liberarse del estigma, mujeres que ahora dicen definitivamente no a su condición de víctimas y que se han convertido en verdadera activistas. Montada en torno a textos de Caddy Adzuba, tiene una parte central con los retratos a las víctimas, pero la fotógrafa se detiene también en fotografiar a mujeres de éxito (las activistas que están liderando todo este movimiento), mujeres emprendedoras (que están saliendo adelante gracias a un programa de microcréditos), las niñas de Kavamu (menores de hasta 10 años, víctimas de violaciones en la ciudad de Kavamu, en Kivu Sur) y las niñas de orfanato (de familias muy pobres, abandonadas en la calle y acusadas de brujería por sus propios familiares). Las fotografías de Muñoz se muestran por primera vez en España. Su estreno tuvo lugar en el Instituto Francés de Kinshasa, en la República Democrática del Congo, en una exposición en junio de 2015 que contó con el apoyo de la Embajada de España en este país. Se trata de una serie de 30 fotografías de gran tamaño en cuya impresión ha colaborado Epson, compañía cuyo sello Digigraphie garantiza la originalidad de las fotografías de la autora.

La fotógrafa afirma que es una llamada a que los gobiernos e instituciones de todo el mundo se den cuenta de la necesidad de apoyar al Gobierno congoleño para conseguir la pacificación de zonas aún plagadas de bastiones rebeldes y de grupos armados, que han hecho de la violencia sexual contra mujeres y niños algo habitual en la zona. «Sin esa paz –dice la fotógrafa española– el cuerpo de la mujer seguirá utilizándose como un campo de batalla».

La exposición de Concha Casajús se titula Mujeres que rompieron el silencio y consta de 20 fotografías y un diaporama que muestran a mujeres y niñas que han sido víctimas de esta violencia sexual. La exposición, basada en entrevistas, rinde homenaje a mujeres que se atreven a hablar, a romper el silencio sobre su experiencia y su situación y de esta manera, ponerle fin.

Casajús explica que ella e Isabel Muñoz conocieron a Caddy Adzuba en Kinshasa. Les contó que ningún fotógrafo, hasta la fecha, había subido a la zona donde desarrollaban sus proyectos. «En ese mismo momento adquirimos el compromiso de ir», afirma. Para Casajús, este proyecto permite denunciar que la violencia contra las mujeres ha pasado a formar parte de la cotidianidad de la RDC. «Las violaciones, la agresión física y la tortura psíquica de que va acompañada destrozan su capacidad de procrear y al propio ser humano. La violación se ha convertido en un arma de guerra, con la que se somete a la población por el terror. La mujer africana es el corazón de la familia, de la economía, de la sociedad. Si la destruyes, destruyes el presente y el futuro del país», afirma Casajús, que reconoce a través de este proyecto la labor de Caddy Adzuba y de Radio Okapi, que consiguieron unir a estas mujeres y que se decidiesen a hablar de su experiencia.

«La fuerza de estas mujeres que afrontan la realidad, rompen el silencio y vuelven a empezar es increíble, modélica y merece ser narrada y ensalzada por todos», dice la fotógrafa, que también denuncia que en los últimos años estos hechos se han ido agravando, al darse casos de violaciones infantiles.

Casa África quiere agradecer a Epson por hacer posible con su patrocinio esta exposición y especialmente a las fotógrafas Isabel Muñoz y Concha Casajús, por su enorme generosidad y sus ganas de dar a conocer la realidad la realidad y la lucha diaria de estas mujeres en el este de la República Democrática del Congo.

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