Nuestra misión es acercar África y España
A través de actividades divulgativas, educativas, económicas y culturales, fomentamos el conocimiento mutuo y fortalecemos las relaciones hispanoafricanas.
La información reflejada en esta ficha ha sido revisada en enero de 2025 por Jaume Portell, periodista especializado en economía y relaciones internacionales, en una actividad cofinanciada al 85% por fondos FEDER en el marco del proyecto AfricanTech (1/MAC/1/1.3/0088) dentro de la iniciativa INTERREG VI D MAC 2021-2027
Cuadro macroeconómico:
El crecimiento de Angola sigue el ritmo del precio del petróleo. En 2023 creció un 0.9%, por debajo del crecimiento del 3% del año anterior. Así lo apunta el African Economic Outlook de 2024, que cita la “caída de producción y de precios, amortizaciones de deuda externa elevadas y una devaluación del 60% de la moneda local” como principales causas de este dato. El aumento del precio del petróleo tras la invasión rusa de Ucrania benefició a Angola, que manifestó un crecimiento notable en 2022 hasta alcanzar los 106 800 millones de dólares de PIB. Con todo, y tras el frenazo del año siguiente, esta cifra sigue estando muy por debajo del PIB de 2011, cuando el boom de producción -unido a los altos precios- disparó esta cifra hasta los 140 000 millones de dólares.
Deuda y moneda:
Angola, uno de los grandes productores de petróleo africanos, ha acumulado un stock de deuda cuyo servicio anual ya consume el 33% de sus exportaciones. Los acreedores proceden mayoritariamente del sector privado (72%); su mayor socio bilateral, China, también posee un 8% de la deuda angoleña; entre los multilaterales, el más destacado es el FMI (8%). Los tipos de interés elevados (sus bonos que cotizan en los mercados internacionales pagan un interés de entre el 8% y el 9% anual) han convertido la partida de intereses en uno de los principales gastos del gobierno. En 2024 Angola gastó más en los intereses de la deuda que en pagar a los trabajadores del estado, y en 2025 los pagos de la deuda superarán los 13 000 millones de dólares. La salida de dólares debilita de forma estructural la kwanza, la moneda local, cuya pérdida de poder adquisitivo tras la devaluación se traslada a los productos importados. La comida -buena parte de ella, importada- es uno de los motores del índice de inflación local.
Importaciones y exportaciones:
Según el Fondo Monetario Internacional, más del 80% de las exportaciones de Angola en 2022 estaban ligadas el petróleo. Las proyecciones de esta institución apuntan a que en 2028 esta dependencia apenas se habrá reducido. Una parte de este petróleo acaba en nuestro país: España importó unos 4 millones de toneladas de petróleo crudo angoleño en 2024. La mayoría de las exportaciones angoleñas acaban en China (40%), que también es el país de origen de una cuarta parte de las importaciones de Angola. Casi el 40% de las importaciones están ligadas a la comida (trigo, arroz, pollo) y a la energía. Pese a producir más de un millón de barriles de petróleo cada día, Angola gastó en 2023 más de 3400 millones de dólares en importar gasolina. La puesta en marcha de la refinería de Lobito en 2026, con apoyo técnico y económico de China, debería reducir esta dependencia.
Energía y electricidad:
Con un suministro de 630 000 TJ, Angola se encuentra en el top 15 de países del continente en el consumo de energía. Desde 2015 el petróleo ha perdido un poco de peso en el mix energético y los biocombustibles han pasado al primer lugar con el 45% del suministro. El petróleo es segundo con el 40%.
Desde el fin de la guerra civil (1975-2002) a principios de siglo, Angola ha multiplicado su generación de electricidad por nueve hasta acercarse a los 18 TWh en 2023. El 74% de esa electricidad es de origen hidroeléctrico, y el resto de la generación se reparte entre el gas y otros combustibles fósiles.
Defensa:
El gasto anual en material de defensa fue de 1639 millones de dólares en 2023, según SIPRI, un instituto sueco especializado en el comercio de este tipo de productos. Esta cifra representa un 5.53% del gasto del gobierno. En los momentos álgidos de la guerra civil, el porcentaje de gasto en defensa llegó a superar el 20% del presupuesto. Desde el año 2000 el principal proveedor de Angola ha sido Rusia.
Demografía:
El desplazamiento interno de las zonas rurales a las ciudades ha sido de los más destacables del continente. En 1990, 6 de cada 10 angoleños vivían en las zonas rurales. Hoy son apenas 3. Un nombre propio explica esta distribución: Luanda. La capital del país ya alberga a un cuarto de la población, y las proyecciones de Naciones Unidas apuntan a que superará los 12 millones de habitantes en 2030. El 70% del país vive en zonas urbanas, y esa diferencia se mantendrá o ampliará durante los próximos años. Entre 1990 y 2022 Angola ha pasado de 11.8 millones de habitantes a 36.6 millones de habitantes. La esperanza de vida ha aumentado de los 42 años de 1990 a los 62 años actuales, y la mitad de la población tiene menos de 16 años.
Innovación tecnológica
El uso de Internet en Angola ha pasado en una década de ser un fenómeno marginal (3% de la población en 2010) a multiplicarse por trece y llegar al 39% de la población (2022).
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