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Se espera que la crisis del COVID-19 traiga consigo varios efectos macroeconómicos negativos para Tanzania, principalmente propiciados a través de los viajes, el turismo, los precios básicos, el comercio y la inversión extranjera directa (IED). Las proyecciones de crecimiento para 2020 sugieren una caída al 5.2% en el PIB en el mejor de los casos, y un 6.3% para 2021, que podrían llegar hasta el 4.0% y el 4.4%, respectivamente, si la pandemia se alarga. Se prevé que la inflación aumente debido a la interrupción en las cadenas de suministro de alimentos importados, la reducción de ingresos de exportación y las entradas de IED, que depreciarán la moneda. El déficit fiscal se estima que se amplíe a medida que disminuyan los ingresos fiscales por una menor actividad a la par que aumenta el gasto público para contener la pandemia e intervenciones para apoyar a la población más vulnerable y las empresas afectadas. También se espera que el déficit de la cuenta corriente se debilite al 4.6% del PIB en 2020, debido a las menores exportaciones, en concreto a los ingresos por exportaciones de servicios luego de la reducción en viajes y turismo, que se espera que sean compensados con creces por los beneficios de los mayores precios del oro y los menores precios mundiales del petróleo.
La estabilidad política sostenida, la ubicación geográfica estratégica, una economía diversificada con abundantes recursos naturales y un solido historial de gobernanza económica eran los requisitos para la buena perspectiva que se esperaba antes de la llegada de la pandemia. En la ambiciosa agenda de desarrollo de la administración actual destacaba el objetivo de crear un mejor ambiente de negocio a través de una mejor infraestructura, acceso la financiación y un progreso educativo, buscando así capitalizar las fortalezas y oportunidades previamente infra explotadas. Además, el gobierno prioriza los esfuerzos para mejorar la administración pública para mejorar los resultados sociales, orientado a restaurar la confianza pública en el estado a medida que implementa la Visión Nacional de Tanzania 2025. Con la situación de crisis sanitaria actual, es probable que todo lo anterior se retrase.
Las piedras y los metales preciosos encabezan las exportaciones del país y en especial el oro, el principal producto de exportación de Tanzania que representó casi el 30% de las exportaciones totales en 2019. Le siguen las frutas y en menor medida el tabaco, el café y el pescado. El petróleo y sus derivados son la mayor importación del país, seguido de máquinas, aparatos y material mecánico. Con datos de 2019, India, Sudáfrica y Vietnam fueron los principales clientes del país; en el caso de los proveedores, India se posiciona en el segundo después de China; y en tercer lugar se sitúan los Emiratos Árabes Unidos.
Los desafíos a los que se enfrenta el país incluyen un bajo crecimiento de la productividad total de los factores, un déficit sustancial de infraestructura, una pobreza considerable y un desajuste de habilidades en el mercado laboral, aunque están habiendo progresos en los últimos años, sobre todo en lo referente al clima de negocios e inversiones.
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Fuentes: ICEX y Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.