Nuestra misión es acercar África y España
A través de actividades divulgativas, educativas, económicas y culturales, fomentamos el conocimiento mutuo y fortalecemos las relaciones hispanoafricanas.
Pocos personajes hay en la historia contemporánea de Oriente Medio y del mundo árabe tan influyentes como Gamal Abdel Nasser, político egipcio que creó una ideología panarabista que rompía con la tradicional cultura religiosa de la región.
El político egipcio y militar Gamal Abdel Nasser nació en Egipto en 1918. Su formación fue decisiva en la historia de su país pues fue en la Real Academia Militar donde se gestó la Organización de Militares Libres, aquella que en 1952 diera el golpe de Estado que destronó al rey Faruk, aunque, realmente, fueran los británicos los que gobernaban el país.
La creación del nuevo gobierno podía configurarse en torno a dos sistemas diferentes representados por dos líderes de la revolución. Por un lado, la ideología de Muhammad Naguib que apostaba por crear una asamblea constituyente y defender las libertades públicas. Por otro, implantar el régimen unitario y socialista que proponía Nasser. Naguib fue derrocado de la presidencia en 1954 por Gamal Abdel Nasser, quien pasó a ocupar la más alta magistratura del país convirtiéndose posteriormente en la cabeza visible de un Estado socialista y panarabista, bajo la nomenclatura de república, que practicó la nacionalización y prohibió la oposición política.
Su liderazgo lo encumbró como una prestigiosa figura también en el ámbito internacional, especialmente con su posición dentro de la Organización de Países No Alineados -neutralidad ante los bloques representados durante la Guerra Fría por la URSS y EEUU-. Sin embargo, el apoyo soviético se hizo latente con el paso de los años.
Dos grandes crisis, que representan también dos importantes momentos en la historia mundial, dejaron huella en la historia del Egipto de Nasser: la crisis del Canal de Suez y la Guerra de los Seis Días, que se saldó con la derrota árabe. Doce años más tarde, Nasser moría de un ataque al corazón. Cinco millones de egipcios y el mundo islámico en general le rindieron un sentido homenaje.
Fuente: Wikipedia