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Vocalista, multi-instrumentalista y compositor, Richard Bona ha gozado de una vida de aventuras, genialidad y logros. Nació en 1967 en el pueblo de Minta en Camerún, comenzó a tocar el balafón y con cinco años ya actuaba en público.
En 1980 el dueño de un club local pidió a Bona que formase una banda de jazz para su establecimiento, dándole acceso a su colección de más de 200 vinilos de jazz. Bona quedó impresionado por este estilo y decidió adoptar desde entonces como instrumento principal el bajo eléctrico.
Viajó a París donde estudió en una escuela de música y formó el grupo Point Cardinale. El teclista Joe Zawinul advirtió la presencia del joven bajista en los clubes parisinos y lo fichó para su álbum de 1992 We the people, lo que supuso el estreno discográfico de Bona como acompañante de un nombre de relevancia internacional.
En 1995, animado por el guitarrista Mike Stern, se establece en Nueva York, donde causaría un inmediato y notable impacto; de repente, el músico se encontró trabajando con los mayores nombres de la escena de jazz mundial, como Mike Stern, Randy Brecker, Michael Brecker, Bob James, Chick Corea o Bobby McFerrin.
Conoció a Branford Marsalis en 1998, asesor creativo del departamento de Jazz de Columbia. A finales de ese mismo año, la compañía le contrató para grabar su primer álbum, Scenes from my life. En este álbum se aprecia no solo el poder y conocimiento de Bona sobre el instrumento, sino la riqueza y expresividad de su voz y sus cualidades en la composición.
En 2004 formó parte de Toto Bona Lokua, un proyecto que mezcla ritmos del oeste de África y armonías vocales con influencias del pop, jazz, soul y R&B americano. Sus integrantes hicieron algo casi nunca visto en la música superproducida de hoy en día, improvisaron. El resultado fue un sonido con variadas influencias de cada colaborador: Gerald Toto (Antillas), Richard Bona (Camerún) y Lokua Kanza (República Democrática del Congo).
Richard Bona se ha establecido en Manhattan, donde ofrece la fuerza de sus propias raíces africanas, su jazzística y sus impactantes reflexiones líricas.
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