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La información reflejada en esta ficha ha sido revisada en enero 2025 por Jaume Portell, periodista especializado en economía y relaciones internacionales, en una actividad cofinanciada al 85% por fondos FEDER en el marco del proyecto AfricanTech (1/MAC/1/1.3/0088) dentro de la iniciativa INTERREG VI D MAC 2021-2027
Cuadro macroeconómico:
Burundi aceleró su crecimiento en 2023 (2.8%) respecto a la cifra del año anterior (1.8%), según el African Economic Outlook. La principal causa de este crecimiento fueron la industria y los servicios, aunque la agricultura sigue representando la mayor parte de la economía y genera el 86% del empleo nacional. La movilización de recursos por parte de los organismos multilaterales, según apunta el informe, permitirían apuntalar el crecimiento, añadir valor a los productos y mejorar la productividad agrícola. En 2024 y 2025 Burundi crecerá un 4.6% y un 5.9%, respectivamente, aupado por la inversión en el sector minero. El PIB del país fue de 3200 millones de dólares en 2023.
Deuda:
Burundi tiene una deuda externa de 953 millones de dólares. El servicio de esta deuda ha aumentado de forma considerable durante la última década: de los 20 millones de dólares en 2012 a los 69 millones de dólares que pagará en 2025. Con el aumento de los precios del oro en 2024, Burundi ingresará divisas suficientes para mantener este ritmo, pero cualquier caída en la producción o en los precios dificultaría la situación. Sin acceso al mercado privado, Burundi pide prestado sobre todo a los organismos multilaterales como el Banco Mundial o el Fondo de la OPEP. Los acreedores multilaterales representan el 74% de la deuda burundesa. Los prestamistas bilaterales representan el 26%, con especial protagonismo para Arabia Saudí, India y China.
La divisa de Burundi, al tener un déficit comercial considerable, ha ido perdiendo valor durante la última década. La depreciación del franco burundés entre 2022 y 2023 fue del 38.5%, un hecho que favoreció la inflación -por el encarecimiento, por ejemplo, de los alimentos que se compran en el exterior.
Importaciones y exportaciones:
Burundi, al igual que buena parte de sus vecinos de África oriental, produce té y café que se destinan fundamentalmente a la exportación. Las exportaciones de Burundi fueron de 199 millones de dólares en 2023, y el oro representa más del 65% de estas. El café (22%) y el té (6%) completan el resto de la cesta de exportaciones. El primer mercado de las exportaciones de Burundi son los Emiratos Árabes Unidos -hacia donde va el oro-, seguidos de Uganda y China.
Las importaciones superan por mucho a las exportaciones (675 millones de dólares en 2023), y su principal partida es el cemento -que el país compra a Tanzania y a Zambia-, seguida de los fertilizantes, los medicamentos y alimentos básicos -trigo y arroz. El primer origen de las importaciones es Tanzania, seguida de China, Uganda y Kenia.
Electricidad:
Burundi generó en 2023 0.39 TWh de electricidad. Esta cifra cuadriplica lo que se generaba en el año 2000. Más de dos tercios de esa electricidad es de origen renovable, con un gran protagonismo para la hidroelectricidad. Según la Agencia Internacional de la Energía solamente el 10% de la población de Burundi tiene acceso a la electricidad.
Defensa:
El gasto anual en material de defensa fue de 152.4 millones de dólares en 2023, según SIPRI, un instituto sueco especializado en el comercio de este tipo de productos. Esta cifra representa más de un 10% del gasto del gobierno. El principal proveedor de Burundi desde el año 2000 ha sido Sudáfrica.
Demografía:
El desplazamiento interno de las zonas rurales a las ciudades en Burundi está por debajo del ritmo del continente. En 1990, el 95% de la población vivía en las zonas rurales, una cifra que se ha reducido hasta el 85% de la población en 2023. Entre 1990 y 2023 Burundi ha pasado de tener 5.48 millones de habitantes a 13.2 millones de habitantes. La esperanza de vida ha aumentado de los 45 años de 1990 a los 62 años en 2022, en un país donde la mitad de la población tiene menos de 18 años.
Innovación tecnológica:
En 2014, un préstamo de 16 millones de dólares del Banco Chino de Exportaciones e Importaciones, una empresa estatal china, sirvió para instalar fibra óptica en el área metropolitana de Bujumbura, la capital de Burundi. La conexión de los burundeses a Internet era testimonial en 2010, con menos de un 1% conectada a la red. En 2022, esta cifra sigue siendo una de las más bajas del continente, aunque ha aumentado hasta el 11% de la población. Uno de cada cuatro burundeses tiene un teléfono móvil, según el ICT Development Index de 2023.
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