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Exposición: Dakar. Cuerpo a cuerpo

Las salas de Casa África albergarán del 8 de mayo al 8 de agosto de 2014 una selección de la obra producida hasta ahora por Elise Fitte-Duval, fotógrafa nacida en Martinica y afincada en Senegal. Comisariada por Sandra Maunac y Mónica Santos (Masasam), la exposición es fruto del Segundo Premio Casa África recibido por Elise en la edición 2011 de la Bienal de Fotografía de Bamako (Mali). Este evento, también conocido como 'Encuentros Africanos de la Fotografía', supone una plataforma fundamental para que los fotógrafos provenientes de todo el continente y de la diáspora, siembren sus imágenes, ampliando y ensanchando el paisaje visual del panorama fotográfico internacional.

Dicho premio se compone de una exposición (ésta que ahora produce y alberga Casa África) que recoge una selección de la obra realizada hasta ahora por la artista premiada y de la publicación de un libro monográfico sobre su obra, que formará parte de una colección más amplia sobre la mirada de algunas de las mujeres que participan y que han participado en esta bienal.

El premio Casa África responde a un doble objetivo. Por un lado, busca visibilizar la fotografía realizada por mujeres africanas, de ahí que el premio se otorgue a fotógrafas y por otro lado, trata de colocar la fotografía africana dentro del contexto global, es decir pretende situar a las fotografías africanas en el mapa de la fotografía mundial sin caer en los lugares comunes del lenguaje fotográfico ni en los estereotipos vigentes. En definitiva, que dicha fotografía no se entienda como parte del resto sino del todo.

La fotografías de Elise Fitte-Duval que presentamos en esta ocasión son retratos de seres humanos en su lucha cotidiana en esa metrópoli que es Dakar. Convencida de la función social de la fotografía en tanto que documento, Elise siente la responsabilidad de registrar la realidad que le rodea. Como reportera rigurosa nos cuenta y alerta de lo que acontece en esa urbe en plena expansión y movimiento, va al encuentro de la gente, se desplaza hasta los barrios periféricos de la ciudad, ahí donde no llega nadie.

Elise nos narra en esta exposición algunas de las dificultades que atraviesa la capital senegalesa: problemas ligados a la urbanización desmesurada, a las cuestiones medioambientales, a las consecuencias del cambio climático. Nos muestra el contexto, el paisaje, el cuerpo sin cabeza, para luego exponernos esas historias en primera persona. Participa también y se implica directamente en los movimientos que se han ido articulando desde la ciudadanía, desde el cuerpo social, en particular los que acontecieron durante el último periodo electoral en Senegal en el año 2012.

Las imágenes de Elise tienen por tanto como objetivo fundamental dar visibilidad a vidas invisibles y denunciar las condiciones de vida de miles de personas abandonadas a su suerte por las instancias públicas y políticas de esta gran ciudad que es Dakar. Elise penetra en las tripas de esta urbe, relata el día a día de sus habitantes, pero sobre todo comparte la fuerza y la determinación de sus ciudadanos con el resto de nosotros porque entiende que la fotografía no es tanto reproducir sino compartir.

Estamos claramente ante documentos visuales que buscan formar parte del colectivo, del nosotros. Un cuerpo a cuerpo con las aspiraciones de una ciudadanía que lucha por un destino mejor y más justo, que mira hacia delante, como Elise, hacia el cambio siempre en positivo. Elise redacta hoy a golpe de imágenes lo mismo que con palabras dijeron padres de la Negritud como Césaire o Senghor.

Vivir con los pies bajo el agua es un ensayo fotográfico sobre las inundaciones de la periferia de Dakar que aborda los problemas ligados al medioambiente. Con este trabajo recibió el premio Casa África en los Encuentros de Fotografía de Bamako en noviembre de 2011. Elise Fitte-Duval lo redacta así:

En mayo del 2006, participé en una residencia fotográfica organizada por un fotógrafo senegalés en Guédiawaye, en la periferia de Dakar. Fue seis meses después de la temporada de lluvias y me dí cuenta que algunas zonas seguían inundadas, lo que significaba que la gente vivía todo el año rodeada de charcos de agua. Ante esta situación, decidí volver durante la temporada de lluvias siguiente.
En 2009, llovía intensamente y volví con la intención de retratar a la gente en sus hogares y en su entorno.

Es un tema social pero sobre todo que pone de relieve los problemas medioambientales, una problemática que afecta a todo el mundo. En Dakar, el agua sube hasta pleno centro de la ciudad, rápidamente en menos de 10 minutos. Y por supuesto cuanto uno más se aleja del centro, en la periferia de la ciudad, el problema se acentúa. En algunos sitios las inundaciones son constantes. Hay lugares donde la gente ya no puede ni vivir, donde las casas se han hundido por completo, donde el agua se ha apoderado de todo.

Fui por tanto con la idea de mostrar cómo esta gente afronta su vida, cómo viven su cotidianidad. Conseguí un guía, le explique lo que quería hacer y la gente respondió positivamente porque se sienten abandonados por los poderes públicos. Tenían por tanto ganas de mostrarse. Las sonrisas que vemos en estas imágenes indican que son partícipes de estas fotografías, no están representando, están comunicando, no es que estén felices sino que afrontan sus vidas y las dificultades del día a día. Definitivamente nos dan, a todos, una lección de vida.

Esta exposición se enmarca dentro de las actividades África Vive, una iniciativa de Casa África que en este 2014 desarrolla sus actividades en Las Palmas de Gran Canaria gracias a la inestimable colaboración de Binter como partner oficial.

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