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Exposición | Magua

El ser humano es migrante por naturaleza, o, quizás, por necesidad. Y en cuanto parte le asalta la nostalgia de todo lo dejado atrás: un imaginario de recuerdos y tradiciones, hábitos y costumbres, música y gastronomía, valores y normas, mitos y creencias, que componen su marco de referencia identitaria y su visión del mundo. Una memoria intangible, que es, con frecuencia, el único equipaje de su viaje.

Todos los pueblos tienen un término para designar esa nostalgia y en Canarias es “magua”. Ese eco de migraciones no tan lejanas en el que subyace ese sentimiento de tristeza y dolor por la partida que se intenta mitigar con la esperanza de volver.

No siempre la magua es beneficiosa para quien la recrea, ni repara sinsabores y decepciones, ni induce su autoestima o contrarresta su soledad. Hay una magua forzada por el desplome de las expectativas, el temor al rechazo o a la deportación, que se torna nociva y degenera en un “duelo migratorio” con consecuencias traumáticas.

El subtítulo de la exposición define a Magua como una antología de relatos migratorios en la que seis artistas pluridisciplinares proponen, desde ópticas personales y dominios particulares y con medios y formatos dispares -que no discrepantes- estados liminales del viaje migratorio, de la magua forzada que genera y de la memoria intangible de la que se nutre esa nostalgia dolorosa.

Una prenda de ropa, una mirada, una forja, una bandera, una silueta, o el color de una manta son elementos de los que hay que entresacar historias, testimonios, sentimientos y pensamientos que forman parte del equipaje inmaterial que acompaña al emigrante.

En esa apariencia poliédrica, de interacción de espacios y medios, las obras expuestas invitan a una lectura dual a sucesivos niveles; a una percepción lenticular de cada obra, donde nada es lo que parece: los colores, imágenes, formas y objetos generan semióticas discutibles y balizan posibles salidas a la aporía -o paradoja “irresoluble”- de la emigración.

 

ARTISTAS PARTICIPANTES

JAVIER CAMARASA
Su instalación incluye ropas abandonadas por emigrantes a las que acompaña de pequeñas historias de vida de otros describiendo sus peripecias y expectativas. Propone lecturas alternativas entre prendas ágrafas y textos escritos; entre testimonios intangibles y fehacientes; entre la fascinación por las marcas y la falsedad de su origen y de los mensajes faciales que muestran.

MAMADOU GOMIS
En los conceptos artísticos que componen “El Protocolo Abierto”, nos rebate prejuicios y solemnidades, cuestionando los papeles dinásticos de los que ejercen cualquier poder, impersonándolos en sus anónimos protagonistas; quienes, a su vez, se arropan bajo banderas despojadas de los colores identitarios y reducidas a símbolos interpretables según su portador.

JUAN GONZÁLEZ
Opta también por el blanco y negro en sus fotografías para acentuar la mirada descarnada, amable pero implacable, de su visor. Y, a la vez, plasmar la otra mirada, la del retratado. Miradas que compendian el universo dual del emigrante y plasman “las complejas capas de la experiencia migratoria: el dolor y la pérdida, la resiliencia y la esperanza, la gratitud y la nostalgia, la determinación y el desafío”.

ORLANDO HERNÁNDEZ
Rinde un “homenaje a los vientos, esos espíritus ancestrales que han guiado y acompañado a los pueblos a través del tiempo”. En sus esculturas trata de capturar la esencia volátil, pero omnipresente, del viento, logrando que “las curvas y espirales del hierro forjado recreen un fragmento del aire”. Nos habla de vientos que portan “historias sin dueño, susurros de promesas olvidadas y anhelos extraños”.

FÁTIMA SULEIMÁN
Recrea en sus siluetas anonimizadas los sentimientos y padecimientos del ser migrante, en esa red de cordones umbilicales, de “hilos de esperanza”, que entrelazan sus recuerdos, sus añoranzas, sus miedos y sus esperanzas. Confecciona un universo dicótomo de tonos fríos para los mundos adversos y cálidos e intensos para los benefactores, que compensan la negatividad de los primeros.

ESTHER VEGA
Teniendo el cuerpo humano como elemento inspirador central, da forma y color a una “cartografía del viaje, que parte de la frontera de la propia piel, donde anida la memoria de nuestras acciones, y en el que las formas humanas sirven como línea de horizonte entre la tierra y el cielo, entre lo material y lo onírico o entre la realidad y la metáfora”. Una cartografía que entreteje las fases del viaje con los elementos fundamentales.

La exposición ha sido comisariada por Javier Mamely, profesor jubilado de la ULPGC con especial interés y dedicación académica a los temas africanos. Su tesis versó sobre la literatura nigeriana e impartió docencia en el Máster de Relaciones Hispanoafricanas. Ha colaborado con Casa África como miembro del jurado de Purorrelato desde su inicio y del Club de Lectura, además de asesor de traducciones.

 

Esta muestra podrá visitarse en Casa África del 4 de octubre al 3 de diciembre de 2024, de lunes a viernes en horario de 8 a 18:30h, exceptuando el 1 de noviembre.

La inauguración tendrá lugar el 4 de octubre a las 20h y contará con la presencia de los artistas.

 

Repercusión en medios:

 


Esta actividad está cofinanciada al 85% por fondos FEDER en el marco del proyecto COMPASS (1/MAC/4/7.2/0018) dentro de la iniciativa INTERREG VI D MAC 2021-2027

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