Nuestra misión es acercar África y España
A través de actividades divulgativas, educativas, económicas y culturales, fomentamos el conocimiento mutuo y fortalecemos las relaciones hispanoafricanas.
“Queremos ser África, no sólo geográficamente, y la mejor herramienta para lograrlo es la cultura. La palabra escrita recoge los anhelos, lo sueños, las carencias y dificultades de un pueblo. Y sus escritores son los mejores embajadores de un país”. Con estas palabras la consejera de Cultura del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, inauguró esta mañana la cuarta edición del Salón Internacional del Libro Africano, SILA, acompañada del secretario general del Ministerio de Cultura de Marruecos -país invitado- Ahmed Guitaae; el director general de Casa África, Santiago Martínez-Caro, y la presidenta del comité organizador, Josefa Farray.
En referencia al país invitado dijo la consejera que las relaciones intensas de los último tiempos nos permiten conocer al verdadero Marruecos, “al socio privilegiado que es, un pueblo que avanza y que por tanto, es cada vez más feliz; y a nosotros nos interesa vivir con pueblo felices -continuó- y si el SILA sirve para poner un granito de arena habrá cumplido su objetivo”, sentenció.
Palabras que agradeció el secretario general del Ministerio, quien destacó la importancia de este evento para el sector del libro en Marruecos y para la difusión de su cultura.
Santiago Martínez-Caro, por su parte, agradeció en nombre de Casa África que el comité organizador les propusiera alojar esta cuarta edición a la que, más allá de meros anfitriones, se han sumado como han hecho siempre con esfuerzos propios: incluyendo en el programa su IV Encuentro de Biblioteconomía, el programa Letras Africanas y el ciclo de cine marroquí que se inaugura esta tarde en los Multicines Monopol a las 20:30 con la proyección de Al Jamaâ, presentado por el crítico marroquí Abdellatif Elbazi.
Josefa Farray a su vez agradeció a la delegación marroquí y a Casa África el no haber dudado sumarse al proyecto e hizo hincapié en su carácter de cooperación transnacional.
En el patio de Casa África varias mesas acogen más de un millar de libros de editoriales no sólo marroquíes sino españolas que traducen escritores africanos o que editan ejemplares de temática africana. Junto a esas mesas, esta mañana, tuvo lugar una degustación de dulces marroquíes tras la cual arrancó el Salón. Lo hizo con la conferencia de Luis Padilla, secretario general de Casa África, en torno al papel de la institución en la difusión de la literatura y la cultura africana.
Actividad pionera
Mientras, en la sala de videoconferencia, el escritor canario Carlos Álvarez daba el pistoletazo de salida al Sila Conecta junto al también escritor senegalés Abasse Ndioye. Uno, desde Las Palmas de Gran Canaria, y el otro, en la Oficina de Cooperación Técnica de la Embajada española en Dakar, formaron parte de esta actividad que el periodista José Naranjo calificó de “pionera”: poner en contacto a escritores de las dos orillas mediante videoconferencia.
Y es que gracias a la tecnología ambos pudieron mantener un apasionante diálogo que se planteaba sobre la novela negra, género que ambos han abordado, pero que se adentró por los vericuetos de la política, ya que no deja de ser ésta parte de la realidad en la que ambos se inspiran para sus novelas.
Turno para la edición
A continuación se celebró la primera actividad enmarcada en 'El Rincón del Editor': una mesa redonda sobre los retos de la edición en Marruecos en la que participaron Nadia Essalmi, directora y propietaria de la editorial Yomad, y Yacine Retnani, director de la librería Le Carrefour des livres.
Ambos, profesionales enamorados de su trabajo que encuentran, no obstante, dificultades importantes. Una de ellas, dijeron, el analfabetismo. “Hay pocos lectores en Marruecos, cuando yo puse en marcha la primera editorial juvenil pensaba que me quitarían los libros de las manos, porque no había nada parecido, pero al ver que no, me di cuenta de que aunque somos un país joven, hay mucho analfabetismo, y ese es el problema más profundo”. También coincidieron en denunciar la competencia desleal que supone el sector de la distribución en Marruecos. “Cada vez hay menos librerías, porque los pocos distribuidores que hay venden los libros directamente a las escuelas, a las instituciones, a las empresas o a las bibliotecas”, explicó Retnani. “Hay dinero para el sector del libro, no es que no se invierta, es que está mal distribuido”, se lamentó. Essalmi, por su parte, hizo hincapié en la desorganización y a la pregunta de que si cree que es falta de voluntad política contestó pidiendo “estudios para conocer la situación, una política para el libro, leyes de protección del sector”.
No obstante, reconocieron avances como la incorporación de la mujer, que destacó Essalmi. Y, sobre todo, recordaron que siendo un país de tradición oral, la del libro es una industria iniciente “y con profesionalidad, con encuentros internacionales como este, y con ilusión, conseguiremos que vaya cambiando”.
El Salón continúa esta tarde con otra mesa redonda sobre la literatura en Marruecos, la presentación del poemario Actuales señores feudales, de Adolfo García García, presentado por Aquiles J. García Brito, presidente de la NACE (Nueva Asociación Canaria para la Edición) y la mesa redonda Diálogos de mujer y literatura en la que participan las escritoras Silvia García y Teresa Iturriaga Osa, entre otras.
El Salón Internacional del Libro Africano es una iniciativa que se enmarca en el Programa de Cooperación Transnacional Madeira Azores Canarias PCT MAC 2007-2013, cofinanciado por el Fondo Feder en un 85% y por el Gobierno de Canarias. Los socios del SILA son, además del Gobierno de Canarias, el Ministerio de Cultura de Marruecos, el de Senegal y el Instituto da Biblioteca Nacional e do Livro de Cabo Verde.
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